Seguidores

martes, 25 de octubre de 2011

Instante 31




Por las noches, puedo ser la persona más encantadora que conozcas y al despertar, por las mañanas, la más odiosa.
Puede que sea un poco rara.
Con el tiempo verás que soy de extremos, que conmigo es blanco o negro: o algo me gusta o no puedo ni verlo.
Un día me verás llorando por los suelos y al siguiente dando saltos de alegría en lo más alto.
Mis sonrisas te pueden embobar, pero tengo miradas que espantan.
Habrá días que estaré 24 horas contigo, abrazándote, agobiándote, haciéndote reír. Otros, sin embargo, notarás que no estoy aquí, que nada me incumbe y nadie tiene que ver conmigo, esos días te aconsejo que no te esfuerces ni en tocarme.
También te darás cuenta de que me doy entera a todo, que las cosas, cuando decido hacerlas, las hago bien o ni me molesto en intentarlas.
Que cuando lloro lo hago hasta soltar la última lágrima y soy muy dada a hacerlo, que cuando río se me sale toda la fuerza en cada carcajada, que cuando me enfado lo hago con toda mi energía, que cuando grito me dejo la garganta, y que cuando beso lo hago como si fuera la última vez.
Después de darte cuenta de todo eso sabrás, si eres un poco inteligente, que cualquier día, a cualquier hora, me puedo ir de tu vida tal y como llegué; sin esperarlo, con fuerza y de repente.
Para ese día ya habrás descubierto que es inevitable cogerme cariño.

No hay comentarios: