Seguidores

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Instante 15




Y todo ello, en menos de una noche y con un gato morado que toca el violín cada vez que le acaricia la luna, hoy completamente llena.
Porque todos los gatos parecen morados a la luz de la luna.
Porque todos necesitamos una pausa de vez en cuando. Porque, a la vez, todo impulso que estrangulamos, nos tortura.
Porque todos somos ese solitario gato morado.
Porque todos queremos poder ver la luna en nuestra copa de champagne.
Por ese sentimiento que parecía hasta bonito. Por esa mentira que parecía verdad.
Por ese primer beso. Por el segundo. Por tu primer pensamiento indecoroso. Por tu primera vez. Por el vecino de arriba y la vecina de abajo.
Por el olor de lo salvaje, de lo prohibido, de lo corporal, sexual, brutal y hasta animal..
Por ese perfume inolvidable.

No hay comentarios: