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miércoles, 21 de septiembre de 2011
Instante 21
A veces me planteo el dónde queda lo visceral y momentaneo. ¿Será que con el paso del tiempo nos estamos volviendo unos gilipollas sensibleros?
Espero que no.
Sí, lo romántico, lo utópico, los hijos, la hipoteca y los perros están bastante bien, pero no por el momento.
Dónde quedan las caricias marchitas.
Dónde queda ese vómito de palabras que inevitablemente aparece en medio de una discusión.
Dónde queda ese joder por joder.
Ese solo de bajo que te enamora, o esa hostia que le harreas a alguien sin pensar y sólo porque e lo pide el cuerpo..
Dónde queda ese puto polvo salvaje y desgarrador.
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